Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, 
 a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
 te consagramos en este da todo nuestro ser y todo nuestro amor.
 Te consagramos tambin nuestra vida, nuestros trabajos,
 nuestras alegras, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
 Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
 ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado, 
 Seora y Madre nuestra.